Archaeopteryx, el ave voladora más antigua conocida (Avialae) del Jurásico tardío, muestra muchos caracteres primitivos compartidos con los dinosaurios Coelurosauria (el clado que incluye a todos los Theropoda más parecidos a las aves que Allosaurus), como los dientes, una cola vertebrada larga y plumas pinnadas. Sin embargo, Archaeopteryx tenía plumas asimétricas en sus alas y cola, así como una disposición de plumas en las alas similar a la de aves modernas. La forma y distribución de las plumas de Archaeopteryx sugieren capacidad de vuelo. Aunque esta ha sido muy discutida por las estimaciones de peso del animal y su aparente pobre potencia muscular. Además, poco o nada, se sabía acerca de en que medida su cerebro y órganos de los sentidos estaban adaptados al vuelo.
En esta charla, mostraremos cómo hemos abordado este problema mediante tomografía computerizada y reconstrucción tridimensional del cráneo del ejemplar de Londres de Archaeopteryx. Estas modernas técnicas han permitido la reconstrucción del cráneo y la interpretación de las estructuras contenidas en él como el cerebro y el oído. Los nuevos datos sugieren que Archaeopteryx tenía un predominio del sentido de la visión, una percepción auditiva y del espacio y una coordinación motora similares a las de las aves modernas. Archaeopteryx había adquirido las capacidades neurológicas, sensoriales y estructurales que exige el vuelo activo.
Esta investigación fué publicada en Nature y ese artículo fué elegido por la la Enciclopaedia Britannica como uno de los siete mejores artículos zoológicos publicados ese año.
Figuras aquí:
http://www.nature.com/nature/journal/v430/n7000/fig_tab/430619a_F2.html
http://www.nature.com/nature/journal/v430/n7000/fig_tab/nature02706_ft.html
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